¿Qué implica en la práctica en el Centro Residencial que gestionamos?

1. Personalización total de las habitaciones
Los nuevos residentes llevan objetos y fotos… de su casa para que su habitación sea un espacio propio donde se sientan como en casa.

2. Participación activa de los residentes y usuarios de Centro de Día (o sus tutores legales) en las reuniones interdisciplinares.
A través de las reuniones de los piais (un documento que se elabora para personalizar el trato con las personas) creamos un espacio para dar su opinión sobre qué quieren trabajar, qué actividades son de su interés y, en definitiva, sobre cualquiera decisión que les afecte directamente.

3. Historia de vida, mapa relacional y actividades con sentido para los implicados. Las propuestas de actividades de los profesionales se basan en la historia de vida de cada persona y sus intereses relacionales, dos herramientas básicas de planificación. Todas ellas son actividades con sentido y utilidad para las personas.

4. Adaptación de los horarios
Horarios normalizados de apertura del cuidado, actividades, ocio, etc, intentando, dentro de nuestras posibilidades, adaptarse al máximo a las preferencias de cada persona.

5. Formación continuada de todos los profesionales
Planificamos formaciones cada año para que el personal del centro tenga cada vez más conocimientos y habilidades del modelo en el que queremos que trabajen.

6. Plan de actividades con la comunidad
Los centros residenciales son centros abiertos e integrados en el entorno. Potenciamos las actividades con escuela del pueblo, con la que tenemos un proyecto anual compuesto de diversas actividades programadas, ayuntamiento, cafeterías, iglesia,…

7. Asesoramiento a familias
La relación es lo más importante, principalmente con aquellas personas altamente significativas. Por eso, intentamos asesorar a las familias desde que vienen a informarse de nuestro centro y durante todo el proceso en que mantendrán contacto con nosotros.